En MYCAXA ofrecemos a nuestros clientes diferentes tipos de seguro, que cubren las necesidades de su día a día. Entre ellos, están los seguros del hogar. Dentro de ese ámbito, existe una serie de conceptos clave que merece la pena conocer. Hoy, en nuestro blog explicamos las diferencias entre arrendador y arrendatario, dos actores imprescindibles en los contratos de alquiler.

Diferencias entre arrendador y arrendatario

Dentro del ámbito del alquiler de bienes inmuebles, es fundamental comprender las diferencias entre arrendador y arrendatario, ya que cada uno desempeña un papel específico en el contrato de arrendamiento. Ambos tienen derechos y obligaciones que deben cumplir para garantizar una relación de alquiler exitosa y sin conflictos.

Por un lado, el arrendador es la persona o entidad propietaria del inmueble que se alquila. Su función principal es ceder el uso y disfrute del bien inmueble al arrendatario a cambio de un precio, generalmente conocido como renta.

Entre las responsabilidades del arrendador se encuentran mantener la propiedad en condiciones adecuadas para su uso, realizar reparaciones necesarias y respetar los derechos del arrendatario durante la vigencia del contrato de arrendamiento.

Por otro lado, el arrendatario es la persona que recibe el uso y disfrute del inmueble a cambio del pago de la renta.

Sus obligaciones incluyen abonar puntualmente la renta acordada, utilizar el inmueble de manera adecuada y respetar las normas establecidas en el contrato de arrendamiento. El arrendatario también debe informar al arrendador sobre posibles averías o problemas en la propiedad.

En cuanto a los derechos, el arrendador tiene derecho a percibir la renta acordada, a inspeccionar la propiedad periódicamente (previo aviso al arrendatario). Finalmente, también tiene derecho a recuperar la posesión del inmueble al finalizar el contrato.

Por su parte, el arrendatario tiene derecho a usar y disfrutar del inmueble conforme a lo establecido en el contrato. También a que se respete su intimidad y a recibir un inmueble en condiciones adecuadas para su uso.