El universo de los seguros está cargado de conceptos que no siempre son sencillos de entender. Uno de ellos es el de la incapacidad permanente absoluta, del que hablamos hoy en nuestro blog de MyCAXA.

Qué es la incapacidad permanente absoluta

La incapacidad permanente absoluta (IPA) es un grado de incapacidad laboral que se reconoce a un trabajador cuando una enfermedad o lesión le impide realizar cualquier tipo de trabajo con un mínimo de rendimiento, eficacia y profesionalidad de manera permanente.

Dicho en otras palabras, la incapacidad permanente absoluta inhabilita por completo al trabajador para desempeñar cualquier oficio o profesión.

Tiene, por tanto, implicaciones jurídicas, médicas y laborales.

Causas más habituales

Entre las causas más frecuentes para que se produzca este tipo de incapacidad, están los accidentes graves. Es el caso de los que resultan en lesiones permanentes como la paraplejia o la tetraplejia.

También puede alcanzarse por enfermedades degenerativas o enfermedades crónicas o severas.

Requisitos para que se reconozca la incapacidad permanente absoluta

Para que se reconozca la incapacidad permanente absoluta, se deben cumplir diferentes requisitos.

Por un lado, estar afiliado y en alta o situación asimilada a la alta en la Seguridad Social.

Por otro lado, contar con un período mínimo de cotización a la Seguridad Social, que varía dependiendo de la edad del trabajador.

Además, se debe sufrir una enfermedad o lesión que, tras el tratamiento médico correspondiente, derive en reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y que afecten de forma permanente a la capacidad para realizar cualquier tipo de trabajo.

Obviamente, dicha condición debe ser avalada por un equipo médico especializado con las suficientes pruebas para su determinación.

Otros datos importantes a tener en cuenta

La incapacidad permanente absoluta es revisable, tanto de oficio por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) como a petición de la persona interesada.

Si se produce una mejoría en el estado de salud del trabajador, su grado de incapacidad podría ser revisado y modificado.

En resumen, la incapacidad permanente absoluta es un concepto que merece la pena conocer a la hora de contratar un seguro que pueda cubrirla.