El seguro de coche es una póliza que cubre los daños que puede sufrir tu vehículo en caso de accidente. Éste engloba diferentes conceptos, como la cobertura de daños propios, de la que hablamos hoy en MyCAXA.

Qué es la cobertura de daños propios

La cobertura de daños propios es una de las coberturas más importantes de un seguro de coche, ya que cubre los daños que puede sufrir tu vehículo, incluso si eres el responsable del accidente.

Los daños propios son los daños que sufre tu vehículo, independientemente de quién sea el responsable del accidente. Es decir, pueden ser causados por un accidente con otro vehículo, por un choque con un objeto fijo, por un incendio, o por un robo o vandalismo.

La cobertura de daños propios cubre la reparación o sustitución de los daños causados a tu vehículo en caso de accidente.

Así, esta cobertura suele incluir los siguientes daños a la carrocería, como abolladuras, rayones o roturas. También los daños a cristales, como lunas, faros o intermitentes. Por otro lado, puede cubrir los daños a neumáticos y a los sistemas mecánicos o eléctricos.

Es importante tener en cuenta que esta cobertura suele estar incluida en las pólizas de seguro de coche a todo riesgo. Sin embargo, también puede estar disponible como cobertura adicional en las pólizas de seguro de coche terceros ampliados.

No obstante, su precio depende de varios factores, como el valor del vehículo, el historial de siniestralidad del conductor y la compañía de seguros.

Finalmente, cabe destacar que la cobertura de daños propios evita costosas reparaciones, mientras que aporta la tranquilidad de sentirse protegido antes diversas cuestiones.

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