Elegir el seguro de coche adecuado es una de las decisiones más importantes para cualquier conductor. No solo se trata de cumplir con la obligación legal de asegurar el vehículo, sino de contar con la protección necesaria en caso de imprevistos. La duda más habitual surge entre contratar un seguro a todo riesgo o a terceros. Hoy, en el blog de MyCAXA, te damos las claves para tomar la mejor decisión en función de tu coche, tus hábitos y tu presupuesto.

¿Seguro a todo riesgo o a terceros? Puntos clave para elegir bien

Estos dos tipos de seguro difieren en puntos clave, que explicamos a continuación con más detalle.

Seguro a terceros: lo esencial y obligatorio

El seguro a terceros es la modalidad más básica y económica. Cubre la responsabilidad civil obligatoria, es decir, los daños que puedas causar a otras personas o vehículos en un accidente.

En muchos casos, pueden incluirse coberturas complementarias como asistencia en carretera o defensa jurídica, que hacen más completa esta opción.

Es la modalidad recomendable para vehículos antiguos, conductores con bajo riesgo o quienes buscan un seguro asequible que cumpla lo básico.

Seguro a terceros ampliado: un punto intermedio

Existe también la versión “a terceros ampliado”. Incluye coberturas adicionales como robo, incendio o rotura de lunas.

Este tipo de póliza es muy interesante cuando quieres más seguridad que la mínima, pero sin llegar al coste de un todo riesgo. Es una opción que equilibra precio y protección.

Seguro a todo riesgo: la cobertura más completa

El seguro a todo riesgo protege tanto los daños que causas a otros como los que pueda sufrir tu propio coche, incluso si eres culpable del accidente. También incluye situaciones como vandalismo, fenómenos meteorológicos o accidentes propios.

Es la mejor opción para coches nuevos, de alto valor o financiados, ya que asegura que cualquier reparación quede cubierta. Aunque la prima es más alta, la tranquilidad que aporta compensa a muchos conductores.

Seguro a todo riesgo con franquicia

Es una variante del seguro a todo riesgo, con un precio más asequible. A cambio, hay una franquicia que el tomador se compromete a pagar como parte fija de la reparación. El resto, lo cubre la aseguradora.

Por ejemplo, si tienes una franquicia de 300 € y la reparación cuesta 1.000 €, tú pagas 300 € y la aseguradora los 700 € restantes.

A cambio, la prima anual del seguro es significativamente más baja que la de un seguro a todo riesgo sin franquicia. Es una opción inteligente para quienes buscan una protección completa, pero están dispuestos a asumir una pequeña parte de los costes en caso de siniestro.

Elegir entre seguro a todo riesgo o a terceros

Tras todo lo explicado, la elección entre un seguro a todo riesgo o a terceros, es una decisión personal.

Evalúa tu coche, tu presupuesto y, sobre todo, tu tranquilidad. Sea cual sea tu elección, contar con un buen seguro es fundamental para conducir sin preocupaciones.

Contacta con nosotros y te asesoraremos sobre las mejores alternativas para ti.