Mantener el coche en buen estado no solo alarga su vida útil y mejora el rendimiento, sino que también es una medida esencial para prevenir accidentes. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), un mal mantenimiento del vehículo es uno de los factores que puede contribuir a los siniestros en carretera. Hoy, en el blog de MyCAXA, traemos algunos consejos clave para mantener el coche en buen estado y evitar siniestros.

Cómo mantener el coche en buen estado y evitar siniestros

La seguridad en la carretera depende en gran medida del estado de nuestro vehículo. Un mantenimiento preventivo adecuado no solo prolonga la vida útil de tu coche, sino que también juega un papel crucial en la prevención de accidentes.

Llévalo a revisión

En primer lugar, es fundamental realizar las revisiones periódicas. La seguridad en la carretera depende en gran medida del estado de nuestro vehículo. Un mantenimiento preventivo adecuado no solo prolonga la vida útil de tu coche, sino que también juega un papel crucial en la prevención de accidentes.

Hay que prestar especial atención a los niveles de líquidos: aceite de motor, refrigerante, líquido de frenos, anticongelante, dirección asistida y limpiaparabrisas. Y es que, un nivel inadecuado puede comprometer el funcionamiento de sistemas vitales.

Otro punto clave a revisar son los filtros. El de aire, aceite, combustible y habitáculo deben reemplazarse en los tiempos indicados por cada fabricante.

No podemos dejar de lado los neumáticos. Además de revisar la presión periódicamente, hay que controlar el desgaste de la banda de rodadura. Ésta no debe presentar cortes, deformaciones ni un dibujo inferior a los 1,6 mm de profundidad.

También es primordial la revisión de los frenos. Si se detectan vibraciones, ruidos extraños o un tacto diferente en el pedal del freno, es urgente llevarlo al taller. Las pastillas y los discos de freno tienen un desgaste natural y deben sustituirse cuando sea necesario.

Por otro lado, unos amortiguadores en mal estado afectan a la estabilidad y al control del vehículo. Presta atención a botes excesivos, balanceo en curvas o una dirección imprecisa.

Recuerda que todas las luces deben funcionar, ya que una iluminación deficiente reduce la visibilidad y la capacidad de ser visto por otros conductores.

Finalmente, cumplir con el mantenimiento programado y acudir a la ITV en los plazos establecidos es clave para asegurar el buen estado general del vehículo. Un informe favorable garantiza que el coche cumple los requisitos mínimos de seguridad y emisiones.

Además de llevar el coche a revisión, para mantener el coche en buen estado y evitar siniestros es fundamental realizar un mantenimiento preventivo.

Para ello, revisa regularmente el estado general de la carrocería: golpes, abolladuras, raspones o elementos suelos que puedan comprometer la seguridad o la aerodinámica.

Otro punto a revisar son las lunas y espejos retrovisores. La visibilidad debe ser perfecta: límpialos periódicamente y revisa que no presenten grietas ni roturas.

A su vez, echa un vistazo a las escobillas limpiaparabrisas. Si están desgastadas o dejan marcas, no limpiarán bien, comprometiendo la seguridad.

Por último, cada cierto tiempo revisa que los cinturones abrochen y desabrochen adecuadamente, quedando perfectamente anclados.

Sé responsable al volante

Mantener el coche en buen estado y evitar siniestros no es suficiente. Todos los conductores deben ser responsables al volante.

Respetar los límites de velocidad, descansar adecuadamente, mantener la distancia de seguridad, evitar maniobras bruscas y adaptar la conducción a las condiciones meteorológicas es fundamental.